Hoy nos vamos a concentrar en mostrarte tres remedios naturales muy efectivos para combatir el hígado graso o esteatosis hepática.
Cuando se trata el hígado graso, el proceso de sanación es lento, buena alimentación, ejercicio, no consumir alcohol, controlar los valores en sangre. Además de remedios caseros.
En esta oportunidad queremos recomendarle dos de los mejores remedios caseros para combatir al hígado con grasa.
1. Agua de Cúrcuma
La cúrcuma mejora la capacidad del cuerpo para digerir las grasas para que no se acumulen en el hígado. También ayuda en el proceso de desintoxicación del hígado.
Ingredientes
- ¼ cucharadita de cúrcuma
- 8 onzas de agua
Preparación:
Mezcle ¼ cucharadita de polvo de cúrcuma en el agua y ponla a hervir.
Bébelo dos veces al día durante un par de semanas.
La cúrcuma puede ser difícil de absorber en el cuerpo. Se disuelve mejor en un medio que contiene grasa como la leche.
Puede mezclar ½ cucharadita de polvo de cúrcuma en un vaso de leche tibia y tomarla una vez al día.
Nota: Suspende este remedio si hay problemas como heces sueltas, dolor de estómago o exceso de gases.
2. Papaya
La papaya ayuda a quemar rápidamente las grasas dietéticas, una de las principales causas de la enfermedad del hígado graso.
Muela de 5 a 6 semillas secas de papaya y mezcle el polvo con 1 cucharada de jugo de limón fresco.
Tome esto 2 veces al día durante 1 mes.
Adicional a esto coma unas rebanadas de papaya madura una vez al día.
3. Alcachofas
La alcachofa tiene pocas calorías y tiene capacidad diurética. Sirve entre otros beneficios para eliminar líquidos retenidos
Ingredientes:
- 5 alcachofas
- 1 diente de ajo.
- Medio limón.
- Media cucharada de pan rallado.
- Agua
- Aceite de oliva.
- Perejil fresco
Preparación:
Colocar en un cuenco el agua y el limón.
Pelar las alcachofas, cortar puntas y tallos. Dividir en dos partes el corazón de la alcachofa e irlas introduciendo en el cuenco con agua de limón.
Luego pelar el ajo en pequeños trozos y saltearlo con el aceite de oliva.
Añada las alcachofas y coloque otros chorro de limón.
Espolvorear con el pan rallado. Añadir un poco de agua sin que lleguen a cubrir las alcachofas.
Luego se dejan cocer por unos quince minutos hasta que las alcachofas estén blandas y tiernas.
Se pueden consumir bien calientes, también con frutos secos como almendras.
Además se pueden comer crudas, previamente lavadas.
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